Ensimismada en una realidad que es subjetiva lucho por encontrar el mejor modelo de comprehensión de lo real. En esta batalla enfrento dos conceptos rebosantes de significado, contrarios entre sí y totalmente diferentes. ¿Comprehendemos mejor la realidad mediante la filosofía o la ciencia?
Opino que es mediante la filosofía donde podemos atrapar mejor la realidad, la mágica sabiduría, ingrediente fundamental de este bando luchador, nos hace inmiscuirnos de lleno en un universo de preguntas donde nos cuestionamos todo lo cuestionable y tratamos de responder a lo incontestable basándonos en las experiencias humanas, nada se escapa ante la audaz mirada del filósofo por muy rápido que corra, pero pueden filtrarse ideas por las grietas que la ciencia aún no ha cubierto por el contrario.
Todo, absolutamente todo, lo que ES y lo NO ES, puede ser cuestionado, incluso la ciencia. En el momento en el que dotamos de aparente respuesta una pregunta, estamos entrando en una realidad personal, única, en la que basándonos exclusivamente en nuestra REALIDAD tratamos de resolver lo que se nos plantea por medio de la reflexión.
La Ciencia parte de supuestos, de los que elabora hipótesis y teorías que como tales pueden ser inciertas, erróneas, destruidas y contrapuestas, por lo que pueden demostrarnos supuestamente la realidad, pero no nos ayudan a comprehenderla.
Para reafirmar que la Filosofía es la clave para atrapar la realidad, voy a plantear una cuestión en la que se puede comprobar que la ciencia se limita a dar una respuesta objetiva y superficial mientras que la filosofía, como muestra de sabiduría trata de pintarla de subjetividad, personalidad y vida interior atreviéndose incluso a preguntar y poner en duda la misma pregunta: ¿Qué soy? Un científico puede aportar que estoy formado por células, organismos, materia, exponer leyes y fórmulas para cimentar su tesis sin modificar la pregunta, dejándola intacta y limitándose a dar una respuesta lo más precisa posible y como dije anteriormente no siempre cierta. No nos ayuda a atrapar la realidad, simplemente a concebirla sin más y a la que acabas resignándote.
Por el contrario, un filósofo se sumergirá en la persona y buceará examinando cómo soy más allá de la simple materia que me conforma, comenzando por ¿En realidad soy lo que creo que soy? Y partiendo desde ese punto, creará infinidad de ramificaciones y subpreguntas a la inicial para tratar de aportar una respuesta que parte de uno mismo, alejándose de esas ciencias que dicen ser ‘’exactas’’ y aventurándose al enfrentamiento con uno mismo.
Mientras el científico se encuentra ante fórmulas y cálculos que tratan de analizar y comprobar diferentes aspectos de la realidad, el filósofo se enfrenta a sí mismo y la realidad tal cual es.
La Realidad actúa sobre el pensamiento humano, por lo que la Filosofía es su ‘’víctima’’ y por ello se pregunta acerca de ella, al mismo tiempo que la ciencia busca esa Realidad y la estudia.
Un filósofo no dirá nada incierto, pues cuando él profesa uno de sus conocimientos, es porque la realidad que concibe
es de ese modo, al menos para él, por lo que está atrapando y moldeando la realidad para adaptarla a su modo de pensar.
Procederé de este modo a mi conclusión en la que reafirmo mi clara posición.
La filosofía se aferra a lo real, lo estudia y observa delicadamente, conoce sus debilidades y aquello que desconoce, que es más de lo que conoce, por lo que nunca tratará de imponer un saber, ya que es una caja que nunca se cierra, un pozo sin fondo donde podemos añadir ilimitadamente nuestra forma de ver las cosas sin temor alguno a que pasado un tiempo aparezca otro pensamiento que reste importancia al nuestro, como ocurre con la ciencia en la que pasado un tiempo surgen nuevos métodos que tratan de anular los anteriores cuales guerreros más fuertes destruyen a los más débiles en su propio ejército.
El saber filosófico, de este modo, actúa como un conjunto de luchadores cuya misión es complementarse entre sí para reforzar la milicia y ganar este enfrentamiento en el cual no existe aún fórmula perfecta por parte de la ciencia, por eso, para mí pueden más las bombas de Pensamiento Filosófico que las granadas Científicas.
