jueves, 10 de noviembre de 2011

¿Qué es el aburrimiento?

Vivimos llenos de tareas, actividades extraescolares,  moviéndonos de un lado a otro, presumimos de ser personas ocupadas, tenemos exámenes, deberes, obligaciones, y aún así  a veces decimos que nos aburrimos.
Por eso me he preguntado ¿Por qué nos aburrimos? Yo creo que es algo que nadie acaba de comprender muy bien, simplemente, lo dice, como si de una expresión más se tratara y no se para a reflexionarlo.
El aburrimiento en sí, para mí no existe, porque considero  que esta acción aparece cuando no tenemos nada que hacer, y eso nunca sucede. Siempre tenemos algo pendiente, otra cosa es que no tengamos ganas de hacerla en ese instante. Aburrirse es someterse a un estado mental en ‘’off’’ como si desconectáramos del mundo y cualquier cosa (cuanto más simple mejor) pudiese valernos para ayudarnos.
Cuantas más cosas tengo que hacer y no hago por falta de ganas, más digo que me aburro, entonces, si me aburro cuando no estoy haciendo nada, ¿Me aburro porque tengo muchas cosas que hacer y no las hago o porque no tengo nada que hacer? Tener cosas que hacer, no es  entretenernos, pues muchas veces estamos haciendo algo sin ganas y seguimos aburridos
El concepto ‘’aburrimiento’’ es característico de los países desarrollados, pues tenemos tantas cosas que nos cansamos de ellas, por eso debemos agradecer que podamos desarrollar a veces esta sensación. Quizás un niño de un país subdesarrollado está deseando conocer qué se siente al estar harto de lo que tiene, que al menos le quede tiempo para decir ‘’qué aburrimiento’’ pero está demasiado ocupado buscando agua para sus hermanos o trabajando para mantener a su familia.
Aburrirnos es malo, muy malo, pues siempre nos lleva a pensar qué hacer y no siempre  son cosas buenas.
 Cuando era pequeña y no sabía qué hacer madre me decía que ‘’Cuando el diablo no tiene qué hacer, con el rabo mata moscas’’ y es cierto, cuando no tenemos entretenimiento aparente, en mi caso, para matar el tiempo hago cosas de poco provecho, en vez de ponerme a estudiar, cojo el ordenador o discuto con mi hermana, no porque piense que así voy a matar el tiempo, que al final es lo que haces, si no porque el mismo aburrimiento te hace estar pendiente de cosas que si estuvieras ocupada, no recibirían tu atención.
En el fondo nos gusta estar aburridos, muchas veces decimos ‘’qué aburrimiento’’ por decirlo, pongo un claro ejemplo:  En clase, estamos tan ensimismados en nuestro aburrimiento que no pensamos que si escucháramos quizás nos entretendríamos, y claro, al final no prestas atención porque te aburres, pero también te aburres por el mismo aburrimiento.
En conclusión, llamamos aburrimiento a las ganas de no hacer nada, no al no tener nada que hacer. Si invirtiéramos sólo una parte del tiempo que perdemos aburriéndonos, en hacer cosas que sirvieran de algo, el mundo estaría lleno de genios.

Al fin y al cabo, decir lo que nos aburrimos no nos entretiene y entretenernos durante demasiado tiempo acaba aburriéndonos.


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