sábado, 6 de octubre de 2012

¿Para qué sirve la filosofía?



Deteniéndome ante esta pregunta, he decidido moldearla para llevarla de algún modo a ‘’mi terreno’’ para así sentirme cómoda tratando de ofrecer una respuesta lo más subjetiva posible, si es que la hay. Por este motivo, me preguntaré ¿Para qué sirve la filosofía? Y, otra pregunta surgida a raíz de ésta… ¿Qué supone la filosofía para mí?
Desde que tomas consciencia, comienzas a preguntarte por aquello que te rodea, tus inquietudes, tu futuro, tu destino…Es algo inevitable. Ahora me cuestiono para qué sirve la filosofía. Preguntar es de sabios, pero esta pregunta puedo relacionarla con otras de este estilo que normalmente se me plantean, como por ejemplo ¿Para qué sirve vivir? Por muy sabio que seas, poca gente conseguirá darte una apropiada contestación.
La filosofía para mí es adentrarme en otro mundo totalmente diferente, es hacerme reflexionar como ninguna otra cosa lo hace, ni el problema matemático más complejo. Me hace transformar y analizar cada uno de mis pensamientos y materializarlos, hacerlos ‘’tangibles’’ mostrándolos por escrito y como si los grabara en el aire cuando los cuento. Cada persona es la diseñadora de su filosofía, cada uno de nosotros disecciona, confecciona e hila cada una de nuestras preguntas y respuestas.
No hay cosa más entretenida que sentarte con la mejor compañía posible en los momentos de reflexión, tú mismo, junto a un lápiz y papel como únicos testigos de aquello que escribes, no importa de lo que sea. Te encuentras como en la orilla de una playa virgen, aún no descubierta y ante tus ojos sólo está el mar. Sí, el mar de las preguntas que llegan, tímidas y revoltosas hasta la orilla en la cual estás contemplando tan maravilloso espectáculo que se está celebrando en tu interior. Entonces, alertada por el fuerte oleaje de la incertidumbre te dispones decidida a atrapar una, la cual ha estado a la deriva quién sabe cuánto tiempo en la inmensidad de las aguas. Son tantas las preguntas que nuestro interior alberga y que nuestra mente acoge…
Para eso es la FILOSOFÍA, para abandonar los estereotipos y plasmar en tu papel, o en el aire, o en una pared exclusivamente aquello que circula por tu mente. Comenzar respondiendo a una de esas preguntas que navegan por el mar que contemplas…
 Para liberarte, ¿Sabes qué? Creo que si hay algo verdaderamente libre es el pensamiento, tus pensamientos. Por eso es necesario sacar todo lo que almacenas en tu cabeza para responder a cualquier cuestión.
Para ser sabio. Como dije anteriormente, sabio es aquel que pregunta, pero también aquel que trata de buscar una respuesta que ofrecerse a sí mismo.
Para ser feliz. Mi felicidad se compone en parte de conocer aquello que me inquieta. Para otros, la felicidad está en desconocer aquello que les inquieta.
Cada persona puede buscarle una utilidad a la filosofía, para mí es un “método de escape” hacia mi propia orilla, hacia mi propio mar. Por ello, y dicho esto, una vez llegada al punto culminante de mi disertación concluiré diciendo que somos navegantes en un mar de dudas, lo único que hay que hacer es estar alerta y comenzar a atrapar preguntas sin miedo. No es tan importante saber para qué, pues al fin y al cabo yo no veo la filosofía como un fin sino como el principio de un camino el cual cada persona prolonga lo que quiere y cuyo límite no puede verse porque si hay algo que es infinito es el preguntar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario