Deteniéndome ante esta pregunta, he decidido moldearla para
llevarla de algún modo a ‘’mi terreno’’ para así sentirme cómoda tratando de
ofrecer una respuesta lo más subjetiva posible, si es que la hay. Por este
motivo, me preguntaré ¿Para qué sirve la filosofía? Y, otra pregunta surgida a
raíz de ésta… ¿Qué supone la filosofía para mí?
Desde que tomas consciencia, comienzas a preguntarte por
aquello que te rodea, tus inquietudes, tu futuro, tu destino…Es algo inevitable.
Ahora me cuestiono para qué sirve la filosofía. Preguntar es de sabios, pero
esta pregunta puedo relacionarla con otras de este estilo que normalmente se me
plantean, como por ejemplo ¿Para qué sirve vivir? Por muy sabio que seas, poca
gente conseguirá darte una apropiada contestación.
La filosofía para mí es adentrarme en otro mundo totalmente
diferente, es hacerme reflexionar como ninguna otra cosa lo hace, ni el
problema matemático más complejo. Me hace transformar y analizar cada uno de
mis pensamientos y materializarlos, hacerlos ‘’tangibles’’ mostrándolos por
escrito y como si los grabara en el aire cuando los cuento. Cada persona es la
diseñadora de su filosofía, cada uno de nosotros disecciona, confecciona e hila
cada una de nuestras preguntas y respuestas.
No hay cosa más entretenida que sentarte con la mejor
compañía posible en los momentos de reflexión, tú mismo, junto a un lápiz y
papel como únicos testigos de aquello que escribes, no importa de lo que sea.
Te encuentras como en la orilla de una playa virgen, aún no descubierta y ante
tus ojos sólo está el mar. Sí, el mar de las preguntas que llegan, tímidas y
revoltosas hasta la orilla en la cual estás contemplando tan maravilloso
espectáculo que se está celebrando en tu interior. Entonces, alertada por el
fuerte oleaje de la incertidumbre te dispones decidida a atrapar una, la cual
ha estado a la deriva quién sabe cuánto tiempo en la inmensidad de las aguas.
Son tantas las preguntas que nuestro interior alberga y que nuestra mente
acoge…
Para eso es la FILOSOFÍA, para abandonar los estereotipos y
plasmar en tu papel, o en el aire, o en una pared exclusivamente aquello que
circula por tu mente. Comenzar respondiendo a una de esas preguntas que navegan
por el mar que contemplas…
Para liberarte, ¿Sabes
qué? Creo que si hay algo verdaderamente libre es el pensamiento, tus
pensamientos. Por eso es necesario sacar todo lo que almacenas en tu cabeza
para responder a cualquier cuestión.
Para ser sabio. Como dije anteriormente, sabio es aquel que
pregunta, pero también aquel que trata de buscar una respuesta que ofrecerse a
sí mismo.
Para ser feliz. Mi felicidad se compone en parte de conocer
aquello que me inquieta. Para otros, la felicidad está en desconocer aquello
que les inquieta.
Cada persona puede buscarle una utilidad a la filosofía,
para mí es un “método de escape” hacia mi propia orilla, hacia mi propio mar.
Por ello, y dicho esto, una vez llegada al punto culminante de mi disertación
concluiré diciendo que somos navegantes en un mar de dudas, lo único que hay
que hacer es estar alerta y comenzar a atrapar preguntas sin miedo. No es tan
importante saber para qué, pues al fin y al cabo yo no veo la filosofía como un
fin sino como el principio de un camino el cual cada persona prolonga lo que
quiere y cuyo límite no puede verse porque si hay algo que es infinito es el
preguntar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario